lunes, 18 de octubre de 2010

Dimitri Shostakóvich

Dmitri Dmítrievich Shostakóvich nació en San Petersburgo el 25 de septiembre de 1906. Fue un niño prodigio como pianista y llegó a ser uno de los más importantes compositores del siglo XX. Nacido en una familia intelectual en la que no faltaban las influencias políticas, en sus años de adolescencia fue testigo de las revoluciones de 1917, hecho que le inspiraría algunas obras conmemorativas de las víctimas.
En 1922 empezó sus estudios con Alexánder Glazunov en el Conservatorio de Petrogrado. La primera obra musical que obtuvo fama internacional la compuso a los 19 años: la Sinfonía No. 1 en fa menor, Op. 10, que presentó como trabajo de graduación y que ganaría el primer premio de composición. Shostakovich obtuvo fama en la Unión Soviética bajo el patrocinio del jefe de León Trotsky de personal de Mijail Tujachevski. Pero después tuvo una relación difícil con la burocracia del Estalinismo (tuvo relaciones difíciles con el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS)).
Su estilo frío de interpretación no fue demasiado apreciado, por lo que su carrera como pianista quedó pronto muy reducida.
En 1936 terminó la dicha para Shostakóvich cuando el Partido Comunista denunció públicamente su música. Pravda, nombre de un periódico de la Unión Soviética que fue la publicación oficial del Partido Comunista publicó una serie de ataques contra su música. En un famoso artículo titulado “Caos en vez de música” se condenó a su ópera Lady Macbeth en términos drásticos, acusándola de esnobismo antipopular, pornofonía y formalismo. Las representaciones de la ópera, que estaban teniendo lugar simultáneamente en varios teatros, fueron suspendidas y el compositor vio desplomarse sus ingresos y su prestigio. La autoría del artículo fue atribuida al propio Stalin. La represión política estaba haciendo estragos.
Afortunadamente, Shostakóvich iniciaría una reconciliación política con su Quinta sinfonía, estrenada en 1937. La apoteosis final de la obra ha sido interpretada como optimista por unos, como burla a una alegría forzada por otros. El régimen entendió lo primero y ensalzó la obra, que fue un gran éxito en su país.
Cuando Alemania atacó la URSS en 1941, Shostakóvich permaneció inicialmente en Leningrado durante el asedio y comenzó su Séptima sinfonía, conocida precisamente como Leningrado. Dos años después, se trasladaría a Moscú donde las autoridades le solicitarían en su Novena Sinfonía (1945) una música adecuada a las resonancias históricas del número 9 en lo sinfónico y a la marcha victoriosa de la guerra contra Alemania. Sin embargo esas expectativas fueron frustradas por el compositor con una extraña sinfonía, con alusiones a Rossini y momentos que parecen pura música circense.
En 1948 Shostakóvich y otros compositores fueron condenados por "desviaciones formalistas" (purga de Zhdanov, líder de la facción bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia y férreo defensor del realismo socialista.). Sus composiciones fueron prohibidas y fueron retirados los privilegios de los que gozaba la familia del compositor.
El año 1960 marcó otro punto de ruptura en la vida de Shostakóvich: se vinculó al Partido Comunista. Este acto tuvo varias interpretaciones, como una muestra de compromiso o de cobardía, o como resultado de la presión. Llegó a ser miembro del Soviet Supremo de la URSS.

1 comentario:

  1. interesante muestra de sumisión política por parte de un genio en una época de fuerte represión política

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